sábado, 2 de junio de 2012

S.A.Ï


- Todo lo que me haces sentir obligándome a no sentir.

¿Es posible? Que la música te cale los huesos y una voz te sacuda el alma, que sus dedos hagan sonar las cierdas de una guitarra provocando los bailos sensuales de mi corazón.

¿Es posible? Entender sin hablar su lengua. Sentir algo más a través de esas notas que no domino, que nadan, se liberan, te transforman, melodías invisibles que te llenan. Y que tu alma sienta envidia de la caja acústica del instrumento, a la cual llena algo, algo que le falta a la tuya.

Leed, leed mis palabras, porque jamás lo entenderéis. Jamás sentiréis un domingo de abril las voces rotas y dulces de París, jamás sus guitarras os erizarán la piel. Y envidiadme, envidiadme porque me hacen sentir algo tan grande que no soy capaz de describir... Ni vosotros de entender.
   
    

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