jueves, 29 de mayo de 2014

El día más triste


Nos despedimos
desde nuestro primer beso.
Sin embargo
no lo ha hecho más fácil.

“El tren ya llega”.

Una fría estación y
gente mirando
gente ajena
gente indiferente.

“Sé fuerte.”

Tu rostro en mis manos
y tu barba bajo mis dedos.
Mis lágrimas en tus labios
y mis sueños en tus maletas.

“Te quiero.”

El miedo aterrador
de un futuro tan incierto.
Kilómetros que otra vez soñé
de muy distinta manera.

“Te veré pronto”.
                                       ¿Qué es pronto?


Nos despedimos
desde nuestro primer beso.
Sin embargo
hoy aquí,
mañana allí,
seguiremos volviendo
el uno al otro.

lunes, 12 de mayo de 2014

Ares

La censura de nuestros cuerpos es más que un concepto. Es un suceso en sí, tan palpable que es capaz de abofetearte en ciertos momentos. Es el miedo urgente y emergente a tocarte y a la vez, el terror a alejarte de alguien a quien hace tiempo dejaste marchar.

La censura somos nosotros, privándonos de nuestros deseos e instantes, prohibiendo a nuestra carne el mero hecho de ser lo que es. La censura empieza dentro, muy dentro de nosotros, emerge en nuestros labios, manos, a través de nuestros besos y acciones, y, paradójicamente, se extiende cada vez más en cuanto más límites halla en su camino.

La censura de nuestros cuerpos está aquí, ahora, en tus órganos y también bajo mi piel. Es lo que me impide ahora besarte con ferocidad y lo que te impide a ti salir por esa puerta y agarrar con rabia los sueños que llevan años persiguiéndote secretamente a plena luz del día.