sábado, 15 de octubre de 2011

Déjalo. Déjame. Ya sabes cómo soy.

¿Qué me pasa?
No sé quén soy, últimamente ando más loca que este indeciso tiempo. ¿Estoy loca? Porque el mundo me parece que lo está. Quizás yo sea la cuerda por creer que estoy loca en este mundo.
No ha pasado nada últimamente. De hecho, ha pasado de todo. Que te has ido, que no has venido, que no existes, que no estás, que me has llenado, que has desaparecido. Que has sido un alma en mil corazones que han llegado a mí a través de los ojos de cualquier desconocido.
Y ¿a quién echo de menos? Si no tengo nadie a quien aferrarme. Quizás sea eso.
Pienso sin escribir. Escribo sin pensar. Qué sé yo de la vida, del mundo, de la locura, del amor o de la soledad. Qué sé yo del hambre, maldita ignorante.
Estoy enfadada con todos. ¿Se nota? Quizás las lágrimas que navegan por mis mejillas lo disimulen. No, no es tristeza. Es algo más profundo, más inexplicable. Es dolor, es pánico, es miedo, es rabia, es impotencia, es no saber qué pasa en mí ni ahí fuera.
Tengo miedo de enamorarme de la confusión y volver a caer bajo las redes del engaño. No soy como ninguna otra persona, pero a la vez no soy más que una copia de toda esa gente a la que veo y oigo.
Qué sé yo del mundo y de la vida. Qué sabré yo del amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario