Pues no. No te veré, no te buscaré. No me despediré de ti. Haré oídos sordos a tu voz, que sólo suena a hipocresía, no a tu nombre, no a tu recuerdo, no a las tardes de domingo. No.

Adiós no sería adiós. Me mirarías con la misma indiferencia que me has dedicado los últimos meses, fingirías una sonrisa triste y dirías que ahora que volvíamos a hablar, me voy. Como si hubiera algo por lo que sentirme culpable. Un adiós no sería adiós. Sería un "no te echaré de menos porque he agotado las existencias de ese sentimiento en mi cuerpo hacia ti".
No voy a escucharte. No voy a sentirme mal. Y si lo hago, sé que aún y así estaré haciendo lo correcto. Jamás fui tan curel contigo. Y si fui egoísta fue por tu cobardía.
Idiota.
No me voy a despedir de ti.
No.
oc
ResponderEliminar