Y cuando sientes un vacío, ¿qué?
Nada te llena. Nada te sacia. Pero nada te deja lo suficientemente vacío como para no querer seguir adelante. Eres como el perro del Hortelano, aunque con diferentes principios. No comes, y pretendes que el resto haga lo mismo. Pero lo callas, aunque eres un poco zorra, no lo eres tanto. La felicidad de los demás no debe depender de la tuya.
Pruebas diferentes cosas. Intentas renovar sensaciones, conocer nuevas emociones. Pero al final siempre llegas al mismo punto. Haya sido largo o corto. Sea intenso o indiferente. Todo acaba. Evitas que todo empiece para que así nunca ese todo que tienes acabe... y se convierta en nada.
Un Nada que es eterno...
Nada te llena, y a la vez de eso es de lo que te sientes completa, de Nada.
Nada llega, nada está, nada es.
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