jueves, 27 de septiembre de 2012

Funtasteac!

Ya es otoño y llega a Barcelona ese aire fresquito que de noche te hace taparte con las sábanas con más ganas, el tiempo de tejanos, botas, hojas caídas y colores marrones y, sobre todo, té, ¡mucho té calentito!

Ayer, via Facebook, me topé con una gran idea de una marca de té llamada "BOH". Trataba de una gráfica en la que se ve una bolsita de té con una imagen que lleva a pensar en la agresividad o la inquietud pero, al introducirse ésta en el agua caliente y dejar que la sustancia llene de su contenido la taza, la figurita que antes parecía agresiva, se convierte en una más relajada, de formas más suaves y sin ese toque de ferocidad.

La gráfica, que vi gracias a la página de Facebook de "WE LOVE ADVERTISING", es la que pongo a continuación, en la que se ven los diferentes ejemplos de las formas utilizadas: de una tormenta a una dulce nube, de una llamarada a una inocente llamita, de un volcán, a una relajante montaña, y así sucesivamente.

 
Tal como comentaban en Facebook, me parece una genial idea para convertir algo tradicional y que la gente suele asociar a "aburrido" en un nuevo concepto, divertido, muy creativo y diferente, dando cierta jovialidad y originalidad a la marca, a la vez que es capaz de transmitir el mensaje del anuncio, el de asociar el té a algo relajante, a ese momento del día que te dedicas exclusivamente a ti para desconectar durante cinco minutos con algo tan económico y sencillo como lo es el té.

De esta manera, en mi opinión, la marca no sólo es la primera (al menos, la primera que yo haya visto hasta el momento, desde el punto de vista de consumidora) que usando la creatividad da un giro a la imagen típica y monótona del té con tópicos como "es bebida para abueletes", "es agua manchada", "es para cuando enfermo y me apetece algo calentito", etc. para darle una visión más desenfadada y moderna, sino que convierte un "ritual" relajante que ya muchos tienen en algo más ameno todavía. Una genial manera, a mi gusto, de hacer publicidad transmitiendo valores a la marca sin tener que hablar directamente del producto, de sus características, sabor, etc., tal como hacen tantísimas otras marcas ultimamente.

Me atrevería a decir, incluso, que con esta acción tan simple como la de las formas de las bolsitas de té, además, incluso la marca podría abrirse a un nuevo target, como podría ser el de los niños, ya que a éstos (tomando, como primer ejemplo, a mi hermano pequeño) estas "tonterías", les encantan, ya que se parecen más a un juego que a lo que realmente es, beber té.

Y, hablando de todo un poco... ¡sé de una que se va a preparar un rico rico Earl Grey con leche para leer un ratito antes de dormir!

Bona nit!
     

lunes, 24 de septiembre de 2012

Idea Urbana


 

























Luces en mi casa
Las siento parpadear.
Una sirena lejana
Canta que no tiene a quién ahogar.

Lluvia sobre el parquet.
Ando descalza.
La cortina baila
La noche avanza.

Silencio
De ángeles caídos.
Gritan como
Esas lágrimas
Fallecidas.

¿Dónde estás?
Dónde estás.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Bon dia, malenconia

Un petó matiner entra per la finestra i em desperta amb els seus càlids raigs de sol. Giro el cap sabent que no hi trobaré res més que aquells llençols color festuc que tant t'agradaven perquè et recordaven les caloroses nits d'estiu. I què freds són ara.

L'aire és fresc però encara no he volgut treure les mantes de l'armari. Potser si descobreixes que passo fred a les nits tornis per fer-me la cullera abans de dormir i desar les teves robustes mans sobre el meu ventre, abans de summegir-nos en cap somni.

Te'n recordes, d'aquella nit que et vas despertar cridant perquè somiaves que el coixí t'atacava? Tenies tanta por... I de sobte, tot va convertir-se en una gran barreja de rialles i bromes que, sonores, feien bordar els gossos del barri que havíem despertat de matinada. Recordo, fins i tot, aquella dolça cançó que em cantaves aquella nit, com tantes altres nits, abans de dormir.

He de confessar, que la teva olor segueix present a la meva habitació. L'he volgut desfer entre l'aire sobrecarregant el pis amb l'ambientador barat que et feia esternudar per veure si així marxaves amb la teva olor. Però, en estendre la roba al petit balcó, ha aparegut la teva camisa blau cel, aquella que et vaig regalar per Nadal, fent-me recordar que encara que estic massa aferrada a tu com per voler realment deixar anarquelcom tan senzill com la teva aroma, que em fa volar entre records dolorosos i tastar encara els teus petons.

Estiro els braços en aquest llit, ara tan gran com l'oceà, mentre observo la veïna regar les seves boniques flors. A mi sempre se'm moren. Potser no sé cuidar bé allò que m'estimo, i és clar, després passa el que passa. Que només en queda la olor i un espai buit capaç d'ofegar-me.

M'aixeco mandrosa. Vull desfer-me d'aquests llençols que criden que no tornaràs. Potser el nou suavitzant que li he comprat al noi somrient del súper d'abaix disimuli el perfum del teu cos que les impregna. Cada cop fa més fred, em poso la bata que em recorda a la meva iaia. És un record càlid i ple de tendresa.

Miro quieta l'armari pensant en el que hi ha a dins i segueixo el meu camí, queixant-me en veu baixa d'aquesta freda tardor, que sembla la més freda de totes.

martes, 18 de septiembre de 2012

Amsterdam experience

El viernes pasado, volví de Amsterdam. Y después de un finde de intercambio de fotografías y morriña del viaje, por fin voy a subir algunas de las fotillos que tomamos. Qué decir de Amsterdam... Como la mayoría de ciudades a las que voy, me dejó enamorada. Es una ciudad pequeña, tolerante, muy abierta y tremendamente preciosa.


Gracias a una exhaustiva búsqueda en internet, comparación de precios y paciencia, mucha paciencia, encontramos los mejores precios tanto de vuelo como de estancia. Nos alojamos en un albergue de la ciudad llamado "Hotel Amigo" (sí, así, en castellano). La verdad, es que por un precio tan barato como el que pagamos y por ser un albergue, esperábamos poca cosa. Sin ermbargo, me impresionó gratamente lo limpio que estaba todo, la facilidad de comunicación de la gente con la que compartimos la habitación y las facilidades de las que disponía el albergue. 

Respecto a los compañeros de habitación, conocimos a dos chicas de Corea del Sur que estaban de interrail, así como una neoyorquina llamada Princess que también estaba de interrail, pero había decidido viajar ella sola después de graduarse en Estados Unidos. Me impresionó lo divertida que era y, en cierta manera, hasta la "valentía" de viajar sola a través de todo un continente totalmente desconocido para ella sin nadie que la acompañara en caso que le sucediera cualquier cosa. Como en octubre vendrá a Barcelona, acordamos verla y enseñarle la ciudad. Por último, había dos chicos londinenses que, tras acabar su posgrado, habían decidido viajar hasta París y Ámsterdam para, en cierta manera, celebrarlo.

En cuanto a qué vimos de la ciudad, diré que en cinco días nos dio tiempo a verlo todo, o al menos prácticamente todo lo "indispensable". Gracias a que el primer día nos perdimos (algo así como que nos dirigíamos al centro de la ciudad y acabamos en la dirección totalmente opuesta, en la periferia) vimos calles y partes de la ciudad que se salían de lo turístico, y que nos permitieron ver más de cerca la esencia real de Ámsterdam. Por la noche, fuimos al Barrio Rojo, famoso por sus tiendas eróticas a cada dos pasos, entre ventanales donde las prostitutas se exhiben y los múltiples Coffeshops que se pueden recorrer a lo largo de las amplias calles (a pesar de que estaban en obras).

En los alrededores a la calle principal de rojas ventanas, estaba la famosa Condonería de Ámsterdam, en una larga calle en la que también se podían encontrar infinitos bares gays y más Coffeshops, entre ellos, el Hunter's, uno de los más famosos. En la Condonería había gran variedad de preservativos, francamente, jamás pensé que podría haber tantos. Tenían un gordo catálogo dividido por funciones y tamaños entre los que buscabas en más adecuado para ti y tu pareja, incluso te asesoraban abiertamente. Esa fue una de las cosas que también me encantó de la ciudad. La mentalidad tan abierta que tienen sus habitantes, tanto nativos como inmigrantes, y en todas partes. 

El tema de la sexualidad y las drogas está tan presente en la ciudad que parecía haber desaparecido en ella como tabú. Además, la gente te ve parada en la calle con el mapa en la mano y el sello TURISTA en la frente y en seguida se acercan a preguntarte si necesitas ayuda y guiarte, así como preguntarte sobre tu país y cultura. Claro que generalizar nunca me ha gustado, pero en base a las muchas experiencias de ese tipo que tuvimos com bastantes holandeses, no puedo hacer otro comentario acerca de ellos excepto remarcar lo realmente majos -no hay otra palabra- que son (eso siempre y cuando no ocupes todo su carril bici mientras andas a pie, debo decir).

El segundo día fuimos a una iglesia protestante del siglo XVII donde se hallaba la torre más alta de la ciudad, desde la cual antiguamente se vigilaba todo Ámsterdam para avisar en caso de fuego para que este no se propagara tan rápidamente. Subimos a ella en una visita guiada en la cual explicaban la historia de la torre y llegabas sólo hasta la mitad, pero desde donde ya se podía ver toda la ciudad que, por su homogeneidad en cuanto a edificios y estilo de viviendas y calles, se veía preciosa y llena de encanto a la orilla de los diferentes canales que la cruzan.

Por la tarde, fuimos a las famosas letras de "I amsterdam" situadas delante del Rijksmuseum y enfrente las cuales hay una enorme esplanada de hierba sobre la cual nos tumbamos a descansar, charlar, jugar con los perros que pasaban por allí junto con sus amos y, finalmente cenar pronto un sándwich a lo picnic en el parque. 

Mientras nos hacíamos fotos delante de las letras, nos encontramos, además, a nuestros compañeros de habitación británicos. Nos hizo bastante gracia y nos hicimos bastantes fotos juntos, y, además, nos dio la oportunidad de dejarles nuestra cámara para que tomaran una foto de los tres que viajábamos juntos. Al final no entramos al museo, porque nos recomendaron mejor en de Van Gogh, ya que muchas exposiciones estaban cerradas y el precio era elevado para el poco material que tenian en exposición entonces. Sin embargo, y aunque lo planeamos en un principio, tampoco acabamos yendo al museo Van Gogh...

El tercer día fuimos al mercado de las flores y al museo de Heineken, al cual llaman "The Heineken Experience". En el mercado de las flores podías encontrar gran variedad de tulipanes sobre todo, pero también muchas otras plantas de las cuales escogí una para mi madre, que teóricamente consiste en un bulbo que debes dejar a media luz (es decir, en un interior) y del que, sin agua ni tierra, sale una flor rosa de apariencia bastante exótica. Por ahora lleva dos días en el comedor y no ha empezado a abrirse aún, si al final crece ya compartiré alguna foto de la bizarra flor... 

En cuanto a la Heineken Experience, debo decir que los 17 euros de entrada quedaron amortizados a lo largo del recorrido. A pesar de que al principio puede ser una visita un poco más aburrida ya que es sólo historia de la cerveza, poco a poco se va volviendo más interesante. Primero, te explican cómo se elabora la cerveza, e incluso más adelante te permiten probar la primera mezcla que hacen de la cual surgirá la cerveza basada en agua y trigo cocinado. El sabor era ciertamente extraño, recordaba a la miel pero, en vez de ser dulce, era más bien amargo. También mostraban los materiales con los que se elaboraba la cerveza y, más adelante, te dan una pequeña cerveza con la cual te explican el por qué de su color y sabor y por qué la espuma blanca de la cerveza es tan importante. 

A partir de aquí, todo se vuelve más lúdico e interactivo, puedes hacerte videos y fotos con temática de Heineken y Holanda y enviarlas por e-mail, jugar a una especie de "Guitar Hero" pero a lo DJ, ver anuncios de diferentes épocas de la marca... Por último, tienes dos cervezas gratuitas antes de la salida las cuales puedes tomar en un espacio muy bien adaptado que crea un buen ambiente de local nocturno. A la salida, además, si vas en busca de la tienda de Heineken que está a unas manzanas de la fábrica, te regalan un abridor de Heieneken. De toda la experiencia, lo único que nos decepcionó fue que pensábamos que cogiendo el último tour, de las 5 y media, veríamos de sobras el museo, pero como cerraban a las 7, nos faltó tiempo para disfrutarlo mejor todo.

La mañana del cuarto día la pasamos entera en el mercado de antigüedades de Waterlooplein. No teníamos planeado ir, pero una de las veces que pasamos por delante con el tram me fijé y decidimos ir algún día porque tenía muy buena pinta. Había de todo, ropa (tanto nueva como de segunda mano, y a buen precio toda), bisutería y joyería, souvenirs, libros (¡los cuales costaban entre uno y tres euros!), entre los cuales, a pesar que, obviamente, la mayoría estaban en holandés, encontré bastantes en francés y alguno en castellano. De estos últimos me los había leído casi todos, excepto un libro de Ensayos y Artículos de Oscar Wilde que compré por tan sólo un euro. Pasamos toda la mañana allí porque había mucho por ver y, a pesar de que muchas de las "antigüedades" eran más bien trastos viejos, si sabías buscar y tenías paciencia encontrabas verdaderas gangas

Esa tarde hicimos otro picnic en Vondelpark, famoso parque de la ciudad que, como todos los demás, destaca por su amplio espacio y el verdor que lo rodea. Había muchos lagos y gran variedad de aves que campaban a sus anchas por el parque. De postre, unas frambuesitas y algo de lectura de la que habíamos adquirido por la mañana, y tumbados sobre el césped, bajo el sol que nos calentaba en un día más bien frío, veíamos la gente pasar, reír, disfrutar del día, fumando de una pipa, bebiendo y charlando, jugando con barcos en los lagos, leyendo, durmiendo... Todo el parque estaba envuelto de cierto aire bucólico que nos dejó prendados del lugar nada más entrar en él.


El último día compramos los souvenirs que nos faltaban y, a pesar de que teníamos planeado hacer un tour gratuito que empezaba en la Plaza Dam y recorría los lugares más relevantes de la ciudad, acabamos no yendo porque empezó a llover muchísimo y, encima a mí se me había perdido en paraguas...

Ese día, sin embargo, acabamos de disfrutar los últimos rinconces por descubrir o ya descubiertos de Ámsterdam y ya por la tarde, cogimos nuestras maletas del albergue y nos dirigimos finalmente hacia el aeropuerto, para volver a nuestra cálida Barcelona... (porque sí, hizo MUCHO frío, ¡incluso granizó una mañana!).


En resumen, Ámsterdam es una ciudad que recomiendo enormemente visitar, aunque, como ya digo, me cuesta ser objetiva, ¡prácticamente todos los sitios a los que voy me acaban encantando!

Quizás más adelante publique más fotografías del viaje y de la ciudad que tomamos a lo largo de esos cinco días.

Y ahora sí, goede nacht!

PD: Para ver las fotografías en grande, ¡sólo tenéis que clickar sobre ellas!           

domingo, 9 de septiembre de 2012

Tulipeando...

¡Mañana me voy a Amsterdam!


No podéis imaginar las ganas que tengo. Estaré sólo cinco días en la ciudad holandesa, pero llevo prácticamente todo el verano esperando este viaje. La "Venecia del Norte", la ciudad de las biciletas, el país del genio artístico que se cortó una oreja...

Aprovechando que empezamos tarde la universidad, varios amigos decidimos hace meses hacer algún viajecito a alguna ciudad europea que nos saliera a un precio que se adecuase a nuestra economía. Y, después de buscar y rebuscar muchas ofertas de vuelos y albergues u hostales, encontramos lo que queríamos.
Iremos tres amigos en total, lo cual no es mucha gente, pero ya estamos contentos con ello, ya que, al ser pocos, tardaremos menos en organizarnos y tomar decisiones, lo cual suele ser un caos si se es un grupo grande.

Todavía no tenemos todos los días planeados, pensamos ir un poco sobre la marcha, hacer turismo los tres primeros días a full e ir más tranquilamente los dos últimos, y, por supuesto, ¡salir de fiesta!

Entre mi lista de cosas a hacer en la ciudad, son obligatorios algunos paseos en bicicleta (a pesar de que no me llevo muy bien con ellas...), y por los canales, ver el mercado de las flores, el museo erótico, la visita al museo de Van Gogh y una visita a Utrecht, ciudad que, por cierto, da nombre al tratado de paz con el que acabó la Guerra de Sucesión Española hace ya trescientos años  (cosas que tiene tener un buen profesor de historia en la secundaria, sus clases son tan apasionadas que todavía recuerdas cosas así, cosas que la mayoría de la gente no sabe u olvida). ..

Con la maleta aún sin hacer sigo decidiéndome aún entre qué llevar y qué no, parece que va a llover tres de los cinco días que estaremos... Aún hay bastantes cosas que planear y algún mapa que imprimir, y ¡mañana a las siete de la mañana ya tengo que estar en el aeropuerto!

A la vuelta publicaré algunas fotos y algunas de nuestras hazañas en tierras más al norte, con suerte, serán bastantes y divertidas, ¡o al menos eso espero!

¡Nos vemos en una semana!*

*Os dejo con el link en la frase superior de una de las nuevas canciones de los Red Hot que me tiene ya enganchada...
 
  

Fishtail

Tal y como dije en una de las entradas anteriores, si encontraba un tutorial sobre cómo hacer la trenza de espiga, también llamada fishtail, lo subiría. Et voilà!

En la fotografía de la izquierda la cual, si clickáis encima, la podréis ver más grande, explica mediante imágenes cómo se hace. Personalmente, pensé que sería mucho más complicado de lo que en realidad es, pero sólo se basa en un juego de dos mechones que se subdividen.

La había visto miles de veces, en blogs de moda, imágenes de tumblr y algunas fotografías de Pinterest, e incluso a alguna compañera de clase y, la verdad sea dicha,hacía tiempo que quería aprender a hacérmela pero, francamente, más por vagancia que por otra cosa, no me puse a mirar tutoriales. Finalmente, una amiga me enseñó haciéndosela ella misma delante mío, y, de lo fácil que es, a la primera me salió.

Si no sabéis hacérosla y os gusta, aquí tenéis un tutorial rápido y que me ha gustado de Youtube por si acaso, veréis lo fácil que es. Es cómoda y tiene un aire hippie y desenfadado que, de hecho, ayuda si no te queda muy bien o si tienes el pelo escalado y algunos mechoncitos quedan sueltos, porque le da un aspecto más bohemio, lo cual está muy de moda últimamente.

El único "truquito" o aspecto a tener en cuenta es que, cuando cojáis los mechones laterales, como más finitos sean, es decir, cuanta menos cantidad de cabello contengan, más comprimida os quedará la trenza de aspecto, dando más el aspecto de "espiga" que si utilizáis mechones más grandes y anchos. Por otro lado, también tardaréis más tiempo, ya que al coger menos cantidad de pelo cogéis más mechones.

En mi opinión, si tenéis diferentes tonalidades en el pelo, bien sea porque os habéis hecho mechas o porque el verano os ha aclarado el cabello, queda más bonita. También podéis poneros alguna trencita postiza de colores o extensión con un tono o dos de cabello más claro u oscuro que el vuestro para dar más juego de tonalidades a vuestra trenza.

Si queréis ver muchos más ejemplos de este trenza, en este link, encontraréis infinidad. Más cortas, más largas, más claras, de diferentes tonos de cabello, más ajustadas, menos, más altas o bajas, laterales...

¡A hacerse trenzas se ha dicho!




miércoles, 5 de septiembre de 2012

Pinterest

Como algunos ya sabéis, soy una apasionada de las redes sociales. Tienen algo que me fascinan, bien sea por su fácil enganche, por su capacidad de comunicar tan fácilmente o quizás, simplemente, porque he crecido con ellas.

Facebook, Twitter, Blogger, Flickr, Google +, Tumblr, DevianArt,... Podría decir infinidad de ellas. Cada una con su función, se pueden tener todas o explotar sólo una. Para artistas, para profesionales, para cotillas, para quejicas, para snobs, para frikis... Las hay de todas las formas y colores posibles.

Sin embargo, de la que me gustaría hablar es de Pinterest, mi red social favorita, incluso más que Tumblr, a pesar de lo mucho que ésta última también me gusta.



De acuerdo con nuestra querida encliclopeadia online Wikipedia, Pinterest es "una red social para encontrar, compartir, filtrar y organizar principalmente imágenes, pero también vídeos. Permite la curación digital de contenidos con tableros personales temáticos con los que organizar y compartir contenidos multimedia".

En otras palabras, se trata de un microblogging en el cual, mediante "tableros", divides los diferentes temas sobre los que "pinearás" o "repinearás" las fotografías que desees subir, compartir vía otras web o, simplemente, de la misma web de Pinterest. Es, además, una página muy reciente, ya que fue fundada el año pasado y, sin embargo, ya tiene millones de usuarios.

Arte, recetas, diseño, arquitectura, estilo y moda, belleza, viajes, DIY, decoración... Todos los temas imaginables están dentro, divididos según categorías y con gran variación de imágenes en cada una de ellas. Hay, sin embargo, algunos temas que, porque bien sean más recurrentes, estén más de moda, o agraden más a la vista, están mucho más desarrollados que otros. En mi opinión, éstos son los que conciernen temas de diseño, decoración o viajes.

Ejemplos de algunos "tableros" que separan las imágenes por temáticas
¿Qué me gusta de esta red social? Lo fácil que es organizar tus "tableros" y seguir a gente, así como encontrar las imágenes que deseas mediante las categorías, por no hablar de la inimagiable creatividad que se respira a lo largo de los millones y millones de imágenes que se comparten en Pinterest.

Gracias a esta web, por ejemplo, he aprendido a aprovechar cosas que tenía por casa a punto de ir a parar a la basura, a pintarme las uñas de una manera distina a lo típico, a coger hambre, mucho hambre, a descubrir que existen sitios aún en la Tierra que te quitan el aliento sólo con mirar una imagen, o a inspirarme, mediante las fotografías de diseño, de packaging, de tipografías o publicidad cuando sentía que mi creatividad estaba un poco seca y necesitaba algo para tener alguna idea.

Otro de los "convenientes" que tiene, si así queréis llamarlo, es que se puede conectar fácilmente con otras redes sociales, como Facebook o Twitter. 

Infografía sobre Pinterest
de Monetate
En lo que concierne a los inconvenientes, lo siento, no puedo ser del todo objetiva. Francamente, no encuentro demasiados, excepto que a veces se hace un poquito lento el "pinear" y que, si sigues a gente con gustos exactamente iguales a los tuyos a menudo te pasará que se te llenará la pantalla de inicio con las mismas fotografías, porque todos repinearéis la misma. Por eso, es mejor seguir a un número y estilo variado de gente. Por último, y quizás el más importante, es una red social que, a pesar de todo, no tiene una utilidad tan básica o "necesaria" como hablar con otros o contactar con alguien. Es una hobby-web, por así decirlo, aunque la mayoría de redes sociales lo son.

Respecto a cómo compartir las imágenes que más te gustan, es sencillo. Aquellos perfiles que tengan los temas o el estilo de fotografías que más te gusten pueden ser seguidos totalmente. Si lo prefieres, sin embargo, puedes seguir tan sólo algunos tableros concretos, si el resto tienen temas que no te interesan. Así, las imágenes que aquellos a los que sigues se pinean van directamente a tu página de inicio, dándote la posibilidad de que las comentes, pongas "me gusta", o las compartas en el tablero de tu perfil que más se adecúe a la imagen.

Si os gusta el mundo de la creatividad y estáis dispuestos a descubrir nuevas ideas, ¡os recomiendo enormemente que paséis y le echéis un vistazo a mi perfil en Pinterest!

(Sí, lo sé, lunacoco sabe a poco y rompe la tradición, pero con la preposición "de" ya estaba cogido...)


Así como otros que yo sigo y cuyos tableros son dignos de echar una ojeadita también...

http://pinterest.com/psimadethis/ (¡Un Pinterest con geniales DIY!)

Y por último, ¡mi favorito!:   http://pinterest.com/unticyuntac/

PD: para ver en grande la tipografía, ¡sólo tenéis que clickar sobre ella!

diseñar.




martes, 4 de septiembre de 2012

Summertime and the livin' is easy

Summertime, summertime... Llega setiembre y el verano empieza a morir. Se acaban los días de largo sol y empieza a entrarnos la morriña otoñal.

Vacaciones en la playa, esa es la descripción de mi pasado agosto -a pesar de que, como dije anteriormente, estos últimos días estuve en la ciudad para estudiar- que tanto he disfrutado. Mar, gaviotas y el puerto de Segur de Calafell. Silencio a última hora de la tarde y sentir el sol tostando tu piel mientras estás tumbada en la playa, jugando con las olas, o leyendo algo nuevo. Con Judit, una amiga con la que suelo veranear en la zona, compartiendo sueños y quejándonos de esos temas de la universidad de los que siempre acabamos hablando.

Summertime, summertime... Como diría Rubén Darío de la juventud, ya te vas para no volver. Y es que cada verano es el único, está ahí y no se volverá a repetir. Sentimos en el aire (un aire casi estático además de sofocante en Barcelona, debo decir) algo que nos despierta los nervios a flor de piel como en la primavera y nos hace querer ser eternos como el otoño. Decidimos mitificar el tiempo y sentirnos jóvenes, porque, de eso va el verano, de ser jóvenes. De salir de noche, tomar algo, bañarse de noche, mirar la lluvia de estrellas de agosto, echarse una siesta, comer paella y migas con la mejor compañía, jugar con la arena, estirarse sobre la hierba, reír, olvidar, y coger fuerzas para los próximos nueve meses, hasta que una nueva estación de días eternos venga a nosotros.

Personalmente, no he hecho nada mientras he estado de veraneo en la playa. Leer, sobre todo, y tomar el sol. Sentía que necesitaba una desconexión absoluta del mundo exterior, apagar el móvil, tumbarme sobre la toalla, llegar a casa cubierta de sal marítima, dormir hasta tarde y después de comer, tomar helados sobre la arena y beber algún que otro cóctel por la noche en nuestro lugar favorito, el Sunset Beach Essence, donde, por cierto, tienen mi cerveza favorita, la Mongozo de Coco, tan difícil de encontrar. Nos pasamos horas en la terraza viendo la poca gente que queda de madrugada pasear antes de volver a casa escuchando los suaves rugidos nocturnos del mar.

Eso es lo bueno de Segur de Calafell. Que, a pesar de que a mediados de mes hay bastante gente, en general, durante todo el verano, es un lugar tranquilo. Por la tarde, pasadas las seis, ya casi no queda nadie en la playa. Y esa es mi hora favorita. Empieza a levantarse una suave brisa que hasta te hace tener frío (considerando que tu única prenda de vestir no es otra que el traje de baño), el mar está vacío y puede observárselo con tranquilidad. No hay apenas ruido y podrías pasarte la eternidad así, sentada frente a las olas, escuchando música melancólica y sientiendo el olor a salitre en tus labios.


El verano me ha dado ese tiempo necesario para parar y reflexionar. Escribir algo, tener más ideas para este blog, ponerme al día en ese montón de libros que tenía por leer (de los que, por cierto, quizás hable en el futuro), jugar con mi hermano pequeño y hasta aprender a hacerme trenzas de esas que tanto están de moda, las "trenzas de espiga" o "fishtail" de la cual me he enamorado y casi casi no me puedo deshacer.

Mañana, por fin, haré el examen de recuperación que tanto queiro quitarme de encima y, afortunadamente, tendré veinte días más de vacaciones antes de volver a empezar la universidad de los cuales pienso exprimir hasta el último instante: viajar a Amsterdam, celebrar las fiestas de la Mercè, pasar unos últimos días en la playa que, ahora sí, estará desierta, desierta para mí...
 











You give me fever


But what a lovely way to burn...

domingo, 2 de septiembre de 2012

caught in a dream

Te me apareces en sueños y me abrazas inesperadamente. Jugamos a ser adultos sacando los niños que llevamos dentro. Exploramos el mundo, crecemos, empequeñecemos, reímos, paseamos.
Te me apareces en sueños cada noche y ni siquiera sé quién eres. Sueño durante el día con soñar durante la noche, y cuando me aferro a mi almohada me invade el terror de no saber si esta noche querrás pasarla conmigo.
Te me apareces en sueños y al despertar... me hieres.



blanc

El zumbido del aire acondicionado en la monotonía de esta sala llena de gente y vacía de personas me mantiene en un abismo de pensamientos del que no sé si quiero salir. El tintineo nervioso que alguien provoca en repicar el bolígrafo contra la blanca mesa de la habitación resulta hipnotizador, como un tic tac del que todo depende.

Hablan y hablan, pero yo sólo escucho el silencio de sus labios y el sonido al que suelen calificar de ruido de los objetos que me rodean. Miro sin ver a la nada de la mesa blanca, llena de papeles. ¿Era el blanco la perfecta combinación o la ausencia de color? Hace días que estoy ausente, y la gente que me rodea lo sabe. Pero no les importa. A mí tampoco me importaría. Resulta más fácil no preguntar para evitar así el compromiso de tener que escuchar.

Sin darme cuenta, veo un gesto, siento una punzada en el pecho que me lo atraviesa ardiendo. Algo tan sencillo como la manera en que cogías el vaso de repente se convierte en un fenómeno que detiene mi frágil universo. Ese universo que hace tiempo dejó de expandirse para hacerse cada vez más y más pequeñito, comprimiéndose en mi menudo corazón. Es imposible quitarte de mi mente cuando mi cuerpo entero se ha acostumbrado a ti. No puedo huir de tí, no puedo huir si sigues tan dentro de mí.

Mi mente vuela hasta aquella espantosa noche de agosto en la que el calor nos ahogaba y tú decidiste deshacer mi mundo. Entre susurros, invadiendo mi cuerpo, te atreviste a decirme esas dos palabras que tanto había temido y tratado de evitar. Y quise huir, correr, escapar y alejarme de ti para evitar el daño que siento ahora. Pero era tarde. El calor de tu cuerpo había calmado la frialdad de mi ánimo y ya no había vuelta atrás. Y todo el miedo, las peleas, los silencios, la vergüenza y el mal humor de los años nos hicieron más invencibles de lo que hubiéramos podido soñar.

Soñar, soñar... Soñar, hasta esa mañana de febrero en la que, yo descalza sobre el parquet, decidiste posar el vaso de agua sobre el mueble para dejarme atrás, con un sistema menos en mi universo y la mirada vacía.