Las olas acuden a mí,
me buscan, me encuentran, me quieren,
en un intento de llevarme hacia ti.
Y es que en cada barca de pescador,
en cada gaviota, en cada faro;
en cada playa seiento tu sabor,
amargo, dulce, lejano, efímero, robado...
La brisa me sabe a ti.
Y me siento tan perdida.
El verano mediterráneo no se olvida de ti.
La espuma salina escuece en tu herida.
Y me siento tan perdida.
El verano mediterráneo no se olvida de ti.
La espuma salina escuece en tu herida.
Te fuiste sin más.
Sólo recuerdo los llantos de mi madre,
un corazón roto que enterrar.
Oh, lágrimas del mar.
Yayo, ya no estás.
Mi hermano, imagen de la inocencia,
decía que eras ahora un ángel que nos protegía.
Mi alma, rota como a quien acompaña la saudade,
decía chillando en susurros que aún te quería.
decía que eras ahora un ángel que nos protegía.
Mi alma, rota como a quien acompaña la saudade,
decía chillando en susurros que aún te quería.
La brisa me sabe a ti.
El verano mediterráneo no se olvida de ti.
Lloro... Si pienso en ti.
El verano mediterráneo no se olvida de ti.
Lloro... Si pienso en ti.
Luna de Coco
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