Tu silencio.
El mismo que me envuelve,
el mismo que me atormenta.
Suena a miel
y maravillas
por las noches.
Suena a relámpagos
y estruendos
durante el día.
Tu silencio.
El mismo que me da vida.
El mismo que me mata.
Y mientras,
ahí fuera,
sigue lloviendo.
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