sábado, 3 de diciembre de 2011

Extraño lugar

                                      
Te echo de menos. Y me da miedo. Me oculto, me escondo en esta habitación que me ahoga menos que la vida real. Mis labios siguen como vírgenes desde la última vez. Y no puedo dejar de imaginar las yemas de tus dedos sobre ellos...

Qué extraño lugar, este mundo. Nada que nadie no haya descubierto ya. Un planeta lleno de gente que viene a sufrir, amar, sonreír y pasar miedo. Temor como el que yo siento ahora porque me faltes tanto que tu ausencia se marque fuerte en mi pecho. ¿Por qué no paro de dibujarte en mis sábanas vacías? Soñándote cada vez que miro la pared. Queriéndote sin quererte. Olvidándote cada vez que vuelvo a recordarte. ¿Por qué siento este impulso, estas ganas tan grandes de gritar un "te quiero"?  No te voy a engañar. Hace más de dos años que no pronuncio esa frase. Y sin embargo, ahí sigue, sin poder huir, atascada en mi garganta.

Te echo de menos cada vez que creo que te tengo mientras duermo y Morfeo me hace pasar las más mágicas noches que pueda imaginar. Pero maldito Sol, que sale y me desgarra el alma porque ilumina tu espacio hueco, helado vacío que me chilla que aquí no estás. Porque no estarás. Porque nunca estuviste...
        

                             

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