martes, 27 de diciembre de 2011

Viento del este, viento del oeste

He visto la belleza de los dones de la tierra. En la granería, en la calle central, han expuesto en una cestita de mimbre los granos más cálidamente coloreados.., maíz amarillo, judías encarnadas, guisantes secos de un hermoso color gris, sésamo de marfil, simientes de soja de un color pálido de miel, trigo rojizo, habichuelas verdes…, imposible no detenerse para contemplarlos. ¡Qué tarta podría hacer!”

No comprendí con exactitud lo que quería decir, pero ella es así: vive como encerrada en sí misma, y ve bellezas donde otros no pueden verlas. ¿Quién pensó jamás en una granería como ella lo hacía? Es cierto que hay cereales de múltiples colores, pero eso ocurre porque la Naturaleza así lo quiere; no hay, pues, razón de asombrarse, puesto que siempre fue así. Para nosotros, una tienda de cereales es un lugar donde compramos ciera mercancía destinada a ser consumido.
Por el contrario, ella ve las cosas con otros ojos, pero se abstiene de todo comentario. Prefiere preguntar y hacer acopio de nuestras contestaciones.


Pearl S. Buck

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